miércoles, 26 de marzo de 2014

EL DÍA QUE RENÉ HIGUITA SE EQUIVOCÓ

Itlaia 90...
Solo era un gol la diferencia… la mínima en el marcador. Aun hay opciones, son pocos los minutos pero aun se tiende en el césped del San Paolo una hermosa tela de esperanza. Colombia entera pende de un hilo, Colombia entera es un racimo de manos juntas en rezo y plegarias. Esa Colombia que sufre las embestidas de Escobar; El Pablo, el patrón, la Colombia que quiere en el futbol respirar la tranquilidad, y olvidar la sangre que los años y los tiempos le están regalando en el día a día. La Colombia que quiere cambiar el Escobar de las armas por el Escobar de los botines, el que juega en Suiza, en el BSC Young boys tan desconocido.
Colombia sigue cayendo contra Camerún, el enigmático Camerún, el singular equipo que encuentra en un tipo cuarentón de apellido Milla la solución a sus nuevos problemas. El tipo ha hecho un gol soberbio para dar ventaja a los africanos, pero Colombia está dispuesta a arrancarles el sueño, Colombia debe y quiere demostrar que es un equipo implacable, que días antes le arrancó un punto a la poderosa Alemania, justo ahí, en el Giuseppe Meazza, donde juegan las figuras de los teutones.
Colombia aprieta, tiene en sus filas a un poeta, un tipo que de horrible cabellera se distingue en la cancha por su manera casi lenta, casi parsimoniosa de tocar el balón, le dicen el “Pive”, quizás lo es, toca el balón como un niño que disfruta, que sabe que hacer en cada momento con la redonda. Valderrama dirige y atrás, atrás resguarda el ídolo, el extraño, el extravagante, el amigo de Escobar, de los dos. At
rás aguarda René Higuita.
El sol los mata casi a todos, el equipo empuja, Camerún no quiere la pelota cerca de casa y la lanza lejos constantemente, cada que puede, la escupe, se la regala a Higuita constantemente y este espera fiel a su costumbre cerca de medio campo. Es un mago de la gambeta, lo sabe, lo domina. Conoce sus pies con lupa, no tiene miedo, nunca lo ha tenido, portero líbero le llaman algunos.
El balón vuela lejos, ahí está René, lo toma con calma, se lo regala a su defensor más cercano y este nervioso lo regresa aprisa y con una fuerza un tanto desmedida, no calculada, temerosa, viaja firme y rápido por encima del césped. René la quiere controlar como siempre, lo ha hecho mil veces, rutina. La pelota se niega a recostarse en el botín de René y brinca hacia atrás un poco, René no logra el mejor contacto ni recepción y duda un poco con los pies enredados sin darse cuenta que un cuarentón africano está muy cerca.
Roger Milla está a menos de un metro de Higuita y este intenta esconder la bocha por detrás de sus piernas… Colombia se hace una eternidad, se puede observar el miedo en Higuita y en toda Colombia. La Colombia que desea olvidar la sangre con goles y gambetas, con Asprillas y con Valderramas. Con escorpiones y con café.

Termina la fotografía y la pierna de Roger Milla sale triunfadora y corre con la pelota. A sus cuarenta años se ve entero, sus piernas trazan la derrota poco a poco, lentamente, sobre esos quince metros que para Colombia fueron kilómetros, años, lustros, otro mundial que se iba. Higuita se lanza con poca gracia y suerte, es el final, es la pelota que se mete a la portería y el banderín de la esquina espera con ansia a su pareja de baile de esa tarde. Milla baila con sus manos repletas, como acariciando una fémina invisible. Higuita a lo lejos entiende que su error no pudo ser más grande, que cambiaría 1000 escorpiones y varios millones por esa tarde en Nápoles.

martes, 18 de marzo de 2014

PUNK, FOLK, NOSTALGIA Y TONY SLY

Nunca como los que se conocen en la tv, como los que llenan de basura las bocinas de los automóviles, de los celulares, de las fiestas. Nunca un tipo regular que promediara dentro de la música mundial. En absoluto estrella de la radio y cumplidor de las grandes emisoras o los grandes canales.
Tony Sly, uno de los que iniciaron la tremenda carga punk rock de los noventas, y que casi veinte años después es sentimentalmente llamada la “vieja escuela”. Esa escuela vieja ahora, con la que crecimos, con la que sin ayuda de internet ni de modas pasajeras disfrutábamos cada fin de semana, una vieja escuela que nos queda tan vieja como nuestros propios espejos y nuestros propios recuerdos. Aquellas memorias saturadas de slam, de cerveza, de amor juvenil, de patinetas, de rebeldía juvenil.
Tony Sly como uno de los guías gurus alternativos junto a otros tantos que aun viven y aun levantan alto la bandera. Tony Sly el punkrocker, el melancólico, el folk. Que desconectó la guitarra para demostrarnos que la nostalgia de las cuerdas  nylon y la voz conquistante también saben a punk rock, también saben a descontrol, también saben a cerveza y whiskey.
Hoy mis amigos, y todos los que lo vivimos, llevamos cierto parecido en su gesto y en sus acordes, las llantas de las patinetas llevan ese sonido latente, las minivans donde hemos hecho los tours desde hace muchos años en las esquinas tienen los ecos guardados de sus composiciones.
De Tony Sly aprendí que la sonrisa y la nostalgia son perfectas para componer una canción, aprendí que la guitarra desconectada sabe casi tanto o más que la adrenalina de una cruel distorsión. Aprendí el equilibrio entre el punk rock y la vida misma y mi forma de crecer. Aprendí a amar mi juventud y aceptar mi madurez.

A un año de su muerte, chingón Tony Sly

martes, 11 de marzo de 2014

WUICHO FUERA DEL MUNDIAL DE BRASIL POR LESIÓN

El mediocampista mexicano Mauricio “Wuicho” Guzmán ha causado baja definitiva de la selección mexicana por lesión en el menisco lateral de la rodilla izquierda. Con esto se oficializa lo que Miguel “el piojo” Herrera tanto temía con miras a la justa mundialista a celebrarse en el próximo Junio en Brasil.
El día de hoy trascendió el diagnóstico definitivo y se oficializa que el habilidoso jugador canterano rojinegro, será intervenido quirúrgicamente dentro de una semana, para estar fuera de las canchas por un mínimo de ocho semanas lo cual lo alejan de toda posibilidad de jugar la copa del mundo.
Las reacciones a nivel mundial se han desatado a racimos, y se une a otra pérdida de talento en el mundial como la de Radamel Falcao para Colombia por mencionar una de las más importantes. De esta forma los partidos en el mundo se tornan en verdaderas zonas de riesgo para quienes sueñan con acudir al evento.
Pareciera que el jugador de 33 años no tendrá otra chance para jugar un mundial, ya que para Rusia tendría 37 y difícilmente podrías ser convocado si estuviese aun en activo. El destino no lo dejó participar en mundiales anteriores por razones distintas, y este que parecía ser su mundial al fin se ha ido de tajo.
En Italia 1990 no pudo ir por el asunto de los cachirules, para USA 1994 no tuvo el permiso de su papá al ser expulsado de la secundaria y puesto en castigo por su padre. En el mundial de Francia 98 el bajo nivel de juego no lleno el ojo de Manolo Lapuente quien argumentó que el mediocampista estaba muy desconcentrado. Llegó Corea-Japón 2002 y no pudo presentarse al mundial al estar envuelto en escándalos de alcoholismo extracancha, y para Alemania 2006 se encontraba a mitad de la gira del disco “tiempos extras” Por último en Sudáfrica 2010 se negó a pisar las canchas que el Bofo pisarán y ante una extraño llamado del Vasco para Bautista, Guzmán decidió hacerse a un lado.
El piojo Herrera calcula de insustituible al mediocampista, pero dice que tratarán de hacer un buen papel en el mundial ante esta ausencia. Se anuncia al Macue “Pirlo” Robles como posible sustituto. Así mismo el club Borussia para el cual milita el mexicano dijo estar al 100% con él y apoyarlo en todo, y planean firmarlo por cuatro años más, a pesar de la lesión.


martes, 4 de marzo de 2014

AYER PLATIQUÉ CON MI GALLO


Cuando no hay una razón de peso para tomar el rock en serio, cuando los acordes sencillos toman la fuerza necesaria, cuando hay que burlarse de todo lo que nos rodea, de nuestra forma curiosa de hablar, de expresarnos, de un faje casual. Cuando la vida se resume a un plato de birria, un agarrón de tamal, un movimiento cadente de nalgas. Cuando el racismo es tratado y ridiculizado, cuando el noble trabajo de la música callejera lleva el estandarte del pop ochentero. Cuando la Guadalajara misma se convierte en un comic, en una historia de extraterrestres y fantasmas, de superhéroes tercermundistas, cuando el chiste es caer gordo, ahí llegaron los Garigoles.
“Ayer platiqué con mi gallo, y me dijo tiernamente, ¿pa qué me cuidabas tanto? Si solo querías cogerme”… Eso dijo Johan Wazoflaz, enfundado en un traje de charro, con una panza prominente, y un tono al hablar que ya desafinaba. Los miles que estábamos presentes en la concha acústica esa noche, entendimos el mensaje, llegaba el momento de atizar en lo ridículo, de perdernos el respeto y entender que la vida en ocasiones no importa realmente si se puede bailar y sonreír.
Esa noche noventera, Los Garigoles triunfaron en todos los aspectos, le mostraban a una ciudad extremadamente selectiva que una banda local era capaz de convertir todo en un manicomio absoluto. Que los acordes ramonescos, el cabello largo no habían pasado de moda. Eran tiempos de revolución y cambios sociales, es cierto, pero estos greñudos eran el recreo perfecto para las mentes adolescentes. Por supuesto tiempos zapatistas, sin embargo con la música de los Garigoles nos sentíamos a salvo. Personajes chuscos que llevaban el andar cotidiano con ellos, antifaces, luchadores, el albur en pleno.
Su mejor placa sin duda, la primera: “Todo el orden de las cosas me llena de un sentimiento de angustia” un nombre con tintes de seriedad, pero que por debajo llevaba el descontrol absoluto. Johan Wazoflas dejó después de este disco la banda y se quedó con la voz Jovito Panteras, manteniendo esa idiosincrasia y desparpajo en la voz y en las letras, no así la panza.
Vivíamos en una ciudad de ultraderecha, a los medios les era difícil poder creer en proyectos como este, los Garigoles merecían mucho más dentro de esta su ciudad que no es otra cosa que su maqueta por donde existen todos sus personajes, sus lugares ocultos. Aun muchos sitios que existen dentro de su narrativa son famosos por haber existido justo ahí, en la imaginación y el andar cotidiano de un Garigol.

He tenido la oportunidad de tocar con ellos en varias ocasiones, y aun me vibra la piel como sucedía a mis quince años al escuchar sus canciones, he sido testigo de cómo Jovito puede cambiar tanto al enrolarse justo en el papel garigol, somos muchos los que honramos la historia de esta banda y respetamos su historia, al fin y al cabo “¡El cardenal no está muerto! ¡El cardenal no está muerto!